Gracias a Alejandra Boero por toda su generosidad.
Raúl Tamargo
Etiquetas
José Luis Thomas comenta El hilo del engaño
El atractivo de la síntesis está en lograr la sutileza de lo efímero. Y es en este cruce donde la habilidad del escritor muestra sus facetas y la versatilidad para esgrimir con palabras ideas punzantes, disfrazadas de puerilidad.
Los temas pueden
ser todos, los mismos o parecidos; los personajes salir de la realidad o de la
fantasía y hasta intercambiarlos de manera impúdica con cierto desopilante
final, pero lo que no puede faltar es la visión crítica que trama, esa especie
de aguja invisible, que no es tal, puesto que el escritor es de carne y hueso,
pero que, sin embargo, como un iceberg, la mayor parte está oculta y por lo que
aflora se pueden vislumbrar las extensiones escondidas, en ocasiones reflejos en
la transparencia.
Raúl Tamargo, narra
con apariencia de inocente cuentero de café –no me atrevo a decir de fogón,
porque la oscuridad circundante puede hacer que alguno de sus personajes se
aparezca de pronto escapado de sus historias y nos avance sin piedad, amparado
en las sombras- porque hasta cierto punto él pareciera que es piadoso, pero a
medida que leemos y entramos en el desfiladero de sus palabras, sentimos la
ironía, la crítica aciaga y todo lo que, tal vez, fuera de la pluma no se
atrevería a cuestionar.
Inspirado en lo
cercano, inmediato y en lo histórico, como en fábulas y leyendas, sus
personajes merodean al lector y lo ponen
en jaque; no mate, más bien le dan una patadita que puede arrancar sonrisas o
frunces de entrecejo, pero nunca lo dejan indiferente.
A medida que se
lee se siente la sensación de que es un largo cuento –algo paradójico, puesto
que son relatos breves- no por los temas, sino por el estilo suelto y claro,
trabajado con una técnica desprovista de ripio.
Es interesante el
punto de vista animal-humano y viceversa, creando una metamorfosis metafísica y
una visión que amplía el espectro de la cotidianidad.
En suma, El
hilo del engaño se lee con complacencia dinámica, es decir, motiva un
placer literario que no abunda.
José Luis Thomas
Presentación de Vivero al fondo / Entre junio y agosto, en Alta Gracia, el 4 de junio de 2022
Lectura en vivo
Biografía
Entre muchas ocupaciones, las de escritor, librero, bibliotecario y editor son las que lo han hecho más feliz.
Ha publicado Los otros cómo juegan (poesía), Ediciones A capela, 1995 ; Por la ventana de Sol (novela infantil), Libresa, 2001 ; El hilo del engaño (cuentos breves), Alción, 2014 ; Más que nada (novela), Alción, 2017.
Desde 2019 lleva adelante el proyecto editorial de libros digitales A capela. En ese marco ha publicado también la novela Lo que el cuerpo vale, ha reeditado el poemario Los otros cómo juegan (de descarga gratuita) y ha compilado la antología de poesía indígena contemporánea de Abya Yala De la tierra floreciente.
Algunos de sus relatos fueron publicados en antologías, en la revista peruana Plesiosaurio y en el sitio Escritores del mundo. Ha colaborado con la revista Imaginaria, especializada en literatura infantil.
3 de la antología Pedazos de un juego (1987)
primera persona
edificando todo tipo de prisiones
jaulas de pajaritos joyas huertas
YO fue después
ebrio hediondo hipocondríaco
mendigo en las iglesias hizo
su propia cruz fue
a carpintero y a dios
escribió un sí y un no en cada palo
El mundo entonces era
brumas o caos
La tercera persona fue nosotros y vos
puenteilusión maniagua
el ropaje la lengua la cornisa
del amor
USTEDES y ÉL fueron
arena materia de los sueños fugaces
ni primera ni última ni segunda
persona arenaviento
viento
Como un pulóver olvidado
diste vuelta la casa
prestidigitadora
chantuna de trenes y barajas
y nos dejaste afuera
al frío y a la lluvia
como a yuyos
Llevo una mujer en la nuca
abrigada de lana camina en una plaza
un abrigo de lana le camina la plaza a la mujer
la plaza me camina los ojos la mujer
camina por mi nuca las partes de su cuerpo
Primero unas cosquillas de trompas esperando
más adelante sútero faliópame
siempre en la nuca una
placenta infiltra suero de mover
hijos padres abuelos puntos de vista
Una mujer
camina por la plaza de mi nuca abrigada
de lana su himen roto
su vagina como perla en la playa
su seno de mamar
su seno de besar una mujer
ya no camina está
sentada en una plaza de mi nuca parece
decidida a quedarse
La amo
cuando árbol solitario
o animal silvestre
cuando fuera de mí
descubre un yuyo entre los yuyos
y lo salva de ser nada
Eso
eso que siempre está
a lo largo de los fuegos encendidos y extinguidos
eso
que arde a baja intensidad
y resulta interferido por todas las frecuencias
eso completamente inútil
que no ayuda a llegar a fin de mes
a renovar la heladera
a acumular prestigio
eso
que al quererlo nombrar
se desvanece como si fuese propiedad del sueño
eso que muy a las perdidas
muestra un reflejo en los demás
y se hace propio
mío
mío
gritamos cuando ocurre el milagro
yo estaba ahí
aunque no lo sabía
yo puse esa semilla en tierra
yo me pasé la vida evitando el delivery
y asegurando que el progreso era un chasco
que los duraznos ya no saben a fruta
que no y que no y que no
contra todas las ofertas del mercado
(el abuelo vigilaba el fogón a la mañana
militaba por la continuidad del fuego
donde para nosotros no había más que cenizas frías
le regalamos a la abuela un lavarropas
pero ella siguió con jabón blanco y sabañones en las manos)
eso
que se quedó en el paladar o en la nariz
puede que una conducta
un pensamiento inconfesable
eso minúsculo
que perdura contra nosotros mismos
contra el sentido común
que se detiene en un recodo a esperar
hasta que el río se sosiegue
esa prenda de vestir que no tiramos
aunque ya no podamos usarla
eso
untado con los mejores sueños
cuando las pesadillas respetaban a rajatabla la vigilia
eso
como algarrobo en arenal
certidumbre del cuerpo
pequeño único intangible tesoro
que dejamos en herencia
Los errores de Papá Noel
Un niño recibe un disfraz de Superman: la capa, la remera, el taparrabos, calzas y botas. Feliz, ansioso, se viste rápidamente y sale al balcón mientras el resto de la familia sigue abriendo paquetes junto al árbol navideño.
En el edificio de enfrente, otro niño recibe una porción de kryptonita. Como desconoce su utilidad, se siente ofendido por Papá Noel y arroja por la ventana la pequeña roca, con tanta puntería que va a estrellarse contra el cuerpo del primer niño, justo cuando comenzaba a disfrutar del vuelo.
Una mirada
David
El debut
Los otros cómo juegan
Más que nada. Presentación Alta Gracia
Sobre perros
Famosa Laika
4.
Poesía infantil argentina (2000-2012). Bibliografía
El hilo del engaño. Presentación
Tan atrás
Turistas
Los libros y la gente
Ley divina
La perla que buscaba
El personaje
El olor de los libros
Orgullo y vergüenza o La mujer que quería vender sus best-seller
El lector de las huellas ajenas
Contra la soledad de la lectura
Sasturain y Enzensberger
Los libros y la gente





















